Cada persona tiene a su disposición un círculo de amistades o familiares. Dentro de ese montón quizá encontremos a una persona en la que confiar nuestros secretos más íntimos. A veces son problemas. Otras veces, sentimientos encontrados. Escuchar con corazón es dejar de mirarnos a nuestro ombligo para ser útil en la vida de otro. Las personas somos sociales y necesitamos expresar cómo nos sentimos, y comprender el por qué. Hablar con alguien en quien podamos confiar nos abre las puertas de nuestro sistema emocional. Es por ello que asegurarnos de que esa persona sea de confianza sea tan importante, porque de lo contrario, nos puede atacar y dejarnos peor de lo que estábamos.
“Nunca pierdas una buena oportunidad de callarte”.
Will Rogers
Escuchar con corazón
Pero no siempre habrá cerca de nosotros una persona de absoluta confianza o un buen escuchador con corazón. Muchos buscan el chisme y desde que te des la vuelta estarán buscando a quién contárselo. Escuchar es el arte del más inteligente y también del humilde. Aquel que no tiene que demostrar y no necesita competir. Alguien que cuando escucha algo sobre todo de otra persona es capaz de guardarlo para sí. Son personas habitualmente cómodas consigo mismas y tienen gestionadas sus emociones. Como no abundan, cuando la encuentres, cuídalas. Son uno de los diamantes más preciados.
Cuando hablas, sólo estás repitiendo lo que ya sabes. Pero si escuchas, puedes aprender algo nuevo”
Dalai Lama
Todos necesitamos ser escuchados. A veces para compartir una alegría, y otras para encontrar soluciones ante una tristeza. De cualquier forma, necesitamos a alguien en quien poder confiar. Si no tuvieras a alguien así, busca a ese amigo en tu interior. El escuchar con el corazón es su mejor talento.

Sitúate en el momento presente
Una de las formas más sencillas de escuchar con el corazón es estar en el momento presente. Así nuestra mirada y sentidos están enfocados en la persona y el problema desde un ángulo neutral. La otra persona lo nota y lo agradece. Ya sólo poder hacer esto es un gran servicio hacia el prójimo. Y si el problema es con nosotros, nos encontraremos más desahogados. El resultado además queda grabado por lo preciado que se convierte.
“Nuestro peor problema de comunicación es que no escuchamos para entender, sino que escuchamos para contestar”.
Los enemigos no siempre están fuera. A veces son los malos pensamientos incrustados en nuestra mente. Ellos no hacen por escuchar con el corazón. Otras, son personas que nos invaden en nuestro mismo entorno diario. Detectar esto y tomar acción es clave para no pasarnos una vida perdida como marionetas de otros.
A continuación, os comparto tres pasos sencillos para ser consciente del momento presente, y con ello liberarnos de situaciones y personas tóxicas:
- Medita
- Respira
- Camina
Practicando estos pasos de forma constante y diaria te ayudará a encontrar los pasos a seguir. Si me estás leyendo y hace tiempo entraste en energía negativa, sigue practicando para poco a poco eliminar todo aquello que está intoxicando tu vida. El camino se hace al andar, pero si estás dando vueltas en el estancamiento, has de salir cuánto antes. Estas tres prácticas te irán sacando. Escuchar con corazón empieza por uno mismo.
En la Búsqueda del Conocimiento Supremo,
Bindu